"Sesenta y cinco cadáveres se recogían todos los días en Ereván y se repetían situaciones similares en todas partes del país. Tras una guerra ridícula y la entrega de la independencia con los nefastos tratados de Batumi y Alexandropol, Armenia terminó con sólo nueve mil kilómetros cuadrados de territorio sombrío".
Extracto del discurso pronunciado por el camarada Tovmasyan, en el 38 º Congreso del Partido Comunista de Armenia (Diario Aravot, 1 de diciembre de 2010)
No voy a preguntar al camarada Tovmasyan cuántos armenios murieron de hambre todos los días durante esos años de "bendito comunismo", es decir, durante el Holodomor. No he estudiado esa cuestión y no podría discutir con él como un especialista de la materia. Puedo referirme a una cuestión en particular que he investigado de acuerdo con mi especialización y la demanda del público durante muchos años, que es, el tamaño del territorio de la República de Armenia.
Se puede hablar del tamaño del territorio de cualquier país si al menos se han llevado a cabo delimitaciones generales en todas las fronteras de ese país. El Tratado de Alexandropol sólo define la frontera entre Armenia y Turquía (Artículo 2). Por ahora dejo de lado la cuestión de la condición jurídica de ese tratado. Naturalmente, el tratado no se refiere a las fronteras de la República de Armenia con Irán, Azerbaiyán y Georgia. Digo naturalmente, porque dos países no pueden decidir sus fronteras con un tercer país en la ausencia de éste. Por supuesto, sólo los bolcheviques podían permitirse hacer tal cosa, como lo hicieron con el Tratado de Moscú (16 de marzo de 1921). No hubo conflictos territoriales con Irán, pero había inmensas diferencias sobre la frontera de Armenia con Georgia y Azerbaiyán. Es más, el Tratado de Alexandropol no aclaró el estatuto final de Najicheván. Habría que decidirlo más tarde, con un referéndum (Artículo 2), en comparación con el Tratado de Kars (13 de octubre de 1921), por el cual los comunistas, a los que alaba el camarada Tovmasyan, lo entregaron sin nada a cambio a la República de Azerbaiyán .
En el Tratado de Alexandropol también había disposiciones sobre la posibilidad de organizar un referéndum sobre el estatuto final incluso de la región de Kars (Artículo 3), el Tratado de Kars entre los comunistas y los kemalistas no tuvo siquiera en consideración ese artículo.
Quisiera terminar citando un libro que a los comunistas no les gusta, la Biblia: "¿Por qué te fijas en la paja que está en el ojo de tu hermano y no adviertes la viga que está en el tuyo? " Mateo 7: 3
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